Desde hace casi 50 años se habla del desarrollo de habilidades blandas, y cada cierto tiempo aparece un nuevo teórico que propone una novedosa manera de reconocerlas, de nombrarlas y hasta de establecer los comportamientos observables deseados de una persona que cumpla a cabalidad con la habilidad 100% fortalecida.
Las organizaciones que identifican las habilidades blandas requeridas en su personal, que procuran fortalecerlas, que constantemente están trabajando en su desarrollo, son las organizaciones que tienen la posibilidad de ajustarse a la realidad cambiante de la sociedad y de darle herramientas a sus colaboradores para que puedan afrontar las nuevas situaciones: la empatía de los 70´s no es la misma en 2024, así como el trabajo en equipo de la época de E.T. y Rambo, ha cambiado en su manera de realizarlo en un tiempo como el de los avengers o el juego del calamar.
Sean habilidades Personales, Relacionales, Organizacionales, de Servicio o de Inclusión (PROSI), la constante capacitación permite la población de la empresa la unificación de criterios y sugiere un modo de comportamiento esperado por todos, lo que favorece la manera en la que se vive una mejor cultura corporativa y, a su vez, mejora el clima organizacional.